El zaino del stud Las Divinas y pupilo de Daniel Rivamar, le ganó una disputada pulseada a Earl City, que dominó casi toda la prueba.

La décima carrera del nutrido programa que organizó el Hipódromo de Mendoza fue el Clásico 25 de Mayo de 1810 del Bicentenario, y tuvo un desarrollo a la altura de las expectativas de la mucha gente que se dio cita en el circo hípico mendocino. Allí el pupilo de Rivamar, volvió a ganar la prueba principal, confirmando su chapa de gran campeón, la que comenzó a colgarse tras ganar el Vendimia 2010.
Pero nada fácil le resultó llevarse los laureles, ya que Earl City se corrió “la carrera de su vida”, tras mantenerse desde la largada y hasta los 300 metros finales al frente del lote. En el ínterin tuvo que aguantar la carga de Sebek Dan, primero, y de Honest Spirit luego, para claudicar apenas por una cabeza ante la gran atropellada de Hidro Avión.
Ante tanta guapeza, Alberto Jiménez tuvo que afinar la estrategia, y si bien reguló el ritmo de carrera, tuvo que esforzarse para mantenerse a tiro de Earl City y poder dar el zarpazo a tiempo. Pese a esto, sobre el disco pareció que retomaría la punta su rival, lo que le dio a la carrera un final sumamente emotivo y electrizante.
Diario Uno (Mendoza)